Me gustó el otro día aquello de “fase preeliminar” del ministro Rubalcaba respecto al estado de la negociación con ETA. Nada, por supuesto la metedura de pata de Narbona. Sí la reacción de los tres principales partidos. Nos conformamos con poco. Hablan ellos, y todo nos quedamos más tranquilos. Como si fuesen los únicos que tienen boca. Todos contentos. Yo el primero. Eso no se ve todos los días: a la clase política mojándose en el “tema toros” y a favor. Un día es un día, ¿puro brindis al sol?
Parece que quede ya lejos. Hay que ver la información lo rápido que pierde el fuelle de la actualidad (4 días solamente han pasado de todo el follón y cruce de declaraciones) y se archiva como tema zanjado. No: queremos más.
Sigue gustándome los preeliminares. No me los quito de la cabeza. En la cama diremos todos que son lo mejor.
No debe ser en política. O por lo menos eso opinará Rajoy, que prefirió dar calabazas y evitar tomar parte en esa fase tan bella de las relaciones político-sexuales en tema tan delicado. Con la bacanal que se podría organizar.
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A lo mío, sigo buscándole las vueltas a esto del blog, que se ha convertido en algo así como mi regalo de navidad.
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