Que nadie se asuste por el título de este espacio. Es una frase que procede del enorme anecdotario taurino. Su autor, César Girón, que un día la soltó sustituyendo al tradicional "que Dios reparta suerte"; dijo el venezolano al iniciar el paseíllo y desear suerte: "¡Cornás pa tos!". En el libro Antoñete, el maestro, de Manolo Molés, es el propio Chenel quien la cuenta: "El terror de los patios de cuadrillas era César Girón (...) tenía una terapia particular para vencer el miedo: meterse con los compañeros, achantarlos con indirectas o frases que lanzaba directamente al mentón. Un día de ésos, en Bilbao, César levantó la mano dirigiéndose al resto, en ese instante en que todo el mundo se desea suerte, y dijo: "Cornás p'a tos, hijos de puta".De siempre me gustó la anécdota y la frase, y ése es el único motivo por el que da título a este blog, aunque quizá pueda haber otros más subconscientes, pero quién sabe.
A modo de gimnasia
Inicio como quien comienza a ir al gimnasio. Un propósito, esta vez de final de año. A modo de ejercicio, el propósito es la actividad observadora, contemplativa, crítica. Y como siempre pasa en estas cosas, puede que tenga un buen comienzo y que después la pereza lo deje en nada o puede que funcione.
Compromiso, el justo. Pretensión, ninguna. No vaya a ser que salga el título por la culata, como pasa siempre con el gimnasio.
La temática, será cualquiera que me logre interesar. Que espero que a partir de ahora, sean más. Los toros, la tauromaquia, seguro. Los demás se irán destapando. A ver.
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