Como si nada, Andalucía renovaba su Estatuto en carnaval, y claro. Los domingos en estos casos festivos suelen ser de resaca y también no todo el mundo sabe bien qué le da o le quita un Estatuto nuevo a estas alturas. La verdad, vive igual, pensando en el disfraz para dentro de un año o en cualquier otra cosa más sustanciosa que un estatuto. Así ha ido.
Los medios también le han dado cierto trato, pero desde una certidumbre: Catalunya vende más que Andalucía. Y el Partido Andalucista tampoco es Esquerra Republicana, ni mucho menos. El de Catalunya sigue en boga (Pérez-Tremps se apellida su penúltima víctima), el de Andalucía se convertirá en ese ente espiritual que vienen siendo los estatutos en un par de días.
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El Valencia recibía a mi equipo (el Barça, claro) y le ha hecho un 2-1. Partido agarrotado. Ya lo sabemos. También todo Mestalla sabía lo del artículo de Oleguer Pressas y lo demostraba pitandole cada vez que tocaba bola -y eso es lo que más crispado me ha parececido. Ya ves. A lo mejor no estaban tan al día del referéndum andaluz. En Valencia eso no se lleva y el nuevo Estatut se aprobó sin pena ni gloria, pero con foto: fue un quedar bien con todos, pero sin todos. Como aquel despotismo ilustrado. La política de la cabotà, tan valenciana ella.
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