Las Fallas en Valencia son el opio del pueblo. Son fechas propicias para colocarlas dobladas. Pasa en la plaza de toros y más allá, también: hasta en el tele.
En estas eternas vísperas electorales cualquier movimiento así se enfonca. Ahora, en esa fobia catalanista de la derecha más rancia y regionalista la diana es el repetidor por el que en la Comunitat Valenciana, también País Valencià, podemos ver una televisión hecha (en su totalidad) en nuestro idioma, llámalo valencià o català. Es TV3, porque el caso de la propia, Canal 9, no.
Esto venía en el diario Levante-EMV del pasado 15 de marzo: "El Consell ha dado un ultimátum a Acció Cultural del País Valencià, propietaria de los repetidores que difunden la señal de la televisión pública catalana en la Comunitat Valenciana: o apaga voluntariamente las emisiones en digital de los cuatro canales de Televisió de Catalunya (TV3, Canal 33, K3 y 3/24) o será la propia Generalitat la que procederá a cortar la señal e impondrá una multa de entre 60.000 y un millón de euros por infracción «muy grave» por trasladar la señal de TDT sin tener la preceptiva concesión administrativa. Es la conclusión del expediente sancionador incoado por la Dirección General de Promoción Institucional del Consell, competente en dar licencias de telecomunicaciones..."
Si nadie lo remedia el martes, al parecer, el Consell que preside Francisco Camps cerrará las emisiones.
ACPV: "L'actuació de la Generalitat Valenciana, a més de representar un atac a la llibertat i la pluralitat informativa, no se sosté jurídicament".
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