No me han decepcionado los Cuadris. Corrida seria, brava y encastada, y sobre todo mucho más fluida y pronta que la de Sevilla. Pepín Liria se peleó; Curro Diaz no encontró su sitio, cuando su primero fue, sin duda, el mejor para hacer el toreo; y Javier Valeverde interpretó el papel heróico, y tras volar por los aires se entregó totalmente, al riesgo y al toreo en el tercero.
Ahora, los tres estuvieron hechos auténticos pinchauvas. ¿Alguien contabilizó los pinchazos de la tarde? Un montón.
Volviendo al heroicismo, el día antes el papel lo interpretó Rafaelillo, hecho un tío -él, que es de mi quinta y la primera vez que lo vi fue en Benassal cuando iba de niño prodigio alla por septiembre de 1993-, con la pata p'alante, llevando por abajo al bicho de doña Dolores, que lo único que tenía eran malas intenciones. Me ha bastado, para hacerme la idea, verlo en el video colgado en la web de Las Ventas.
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