el debate definitivo, sólo para fanáticos

Conclusión, sólo para fanáticos. El cacareado segundo y definitivo debate entre los candidatos con representación mayoritaria en el Congreso, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, a las elecciones del próximo 9 de marzo probablemente habrá servido de bien poco. Basta con ver unas y otras encuestas.

Los habrá que entre la amplia gama de propuestas y promesas, más desde el bando de Zapatero, habrán tocado el cielo. Otros a cada "usted miente" se habrán roto las manos aplaudiendo. Cuestión de gustos, esta vez la contudencia la ha manejado Zapatero aunque le tocará abrir cada bloque y Rajoy ha basado su discurso en la negación. ZP se ha anticipando afirmando la desaceleración y prometiendo 2 millones de empleo, y uno para mujeres, e igualdad de salarios.

Rajoy ha roto el fuego hablando de personas, sentimientos, dramas personales. Nóminas y pensiones. Ha metido en el saco inmigración, delincuencia y precio de la vivienda. Y para él los cuatro años de gobierno socialista ha tenido dos proyectos: cambiar España y negociar con los terroristas.

Tras la primera toma de contacto se abría el primer bloque temático del debate, la economía. Y ZP lanzaba propuestas para afrontar la desacelarión junto con sindicatos y empresarios, adelantar el plan de infraestructuras, contrucción VPO, devolución de los 400 euros. Según ZP, medidas no catastrofistas como las de Rajoy.

Rajoy contesta aportando datos de que España en reta per capita es el quinto por la cola de UE de los 27, del crecimiento del paro y de los precios, y hace referencia al Financial Times de hoy y a su primera pregunta a Zapatero en la actual legislatura, que ha dado de mucho de sí durante buena parte del debate.

Habrá que agradacer a Financial Times haber animado la campaña, algo que no ha conseguido la prensa de aquí, que lleva actuando durante la campaña como mero altavoz de unos y otros. Mientras, el debate revisaba los precios, sus subidas y bajadas con el PSOE y con el PP, el precio de los huevos, del pan y de la fruta. En España y también en Alemania. Zapatero ofrecía datos y Rajoy le daba ideas, "haga reformas".

La primera pregunta de Rajoy la leía Zapatero: "Señor Rodríguez Zapatero, ¿cómo valora usted los primeros días de su Gobierno?" Y decía que la primera pregunta económica la había hecho hace nada, en diciembre de 2007. Y seguía anunciando sus compromisos de empleo y pensiones, también para viudas y con el salario mínimo.

Rajoy, tras referirse otra vez a su primera pregunta, cita el crecimiento de la inflación desde agosto. Y cita un par de propuestas: bajar los impuestos, bajar los impuestos de sociedades. Señala que trabajan 12 millones de hombres por 8 de mujeres. En el turno de Zapatero, de nuevo, su primera pregunta de economía fue en diciembre de 2007 y eso para él demostraba que a Rajoy la economía "le importa un bledo".

"Está usted muy brillante señor Zapatero", le contestaba Rajoy. Y aunque ya se lo había dicho, lo repite: "ha vivido de la inercia". Y cita la desigualdad de la renta y la OPA a Endesa.

En el segundo bloque eran las políticas sociales. Zapatero se refería a la Ley de Dependencia, y a la ampliación de los derechos de maternidad y paternidad y guarderías de 0 a 3 años. Rajoy resumía su política social en una buena política económica y en un peligro, la inmigración desordenada.

A partir de ahí el debate se embroncaba y todavía había que hablar de educación. Regularizaciones de inmigrantes con bonobuses y compras de ruedas de bicicleta, políticas europeas y que con lo que cotizan los inmigrantes a la seguridad social se pagaban casi un millón de pensiones.

Con el terrorismo ZP se ha puesto varios puestos por delante al ofrecer el apoyo de su partido al gobierno que salga de las urnas el 9 de marzo. Y Rajoy, que apoyará a quien luche contra el terrorismo. Y de ahí a Irak y al 11-M, un paso. Se había puesto sucio el debate y las víctimas estaban a punto de salir y lo hacían de la mano de Zapatero: "¿Qué política antiterrorista prefiere, la de esta legislatura con cuatro víctimas mortales o la de la anterior con 238 víctimas mortales?"

Luego la educación, feo, más feo cuando Catalunya ha entrado a escena con su política lingüistica. El catalán, al parecer, ya ni en la intimidad. Cuestión de un rótulo. La vivienda y las jodidas hipotecas. España y a ver quién es más español. La niña y el buenas noches y buena suerte. Debate intenso y probablemente escasamente productivo. El 9 de marzo, la decisión al menos la volveremos a tener los de siempre.