feria de julio 2008: la presentación

La presentación de la Feria de Julio 2008 no fue como la de Fallas. Serolo esta vez se lo hizo breve a la prensa. Nos entregaron el cartel, lo miramos por arriba, por abajo y del revés mientras se ultimaban los últimos retoques en cuestiones de sonido y se pasó directamente al turno de preguntas.

El protagonismo se lo llevó la corrida de los valencianos, otra vez en su particular gueto, y la ausencia de Tomás Sánchez, triunfador de la última Feria de Julio. Según la empresa, en julio, por lo reducido de la feria es más complicado abrir a los toreros valencianos al resto de carteles si, a su vez, estos se pide que sean rematados. Resulta del todo creíble, aunque también lleva a pensar si Sánchez, Calvo o De la Rosa son realmente tan molestos a las figuras, que no se atreven en Valencia si no van como los mosqueteros "uno para todos y todos para uno".

Para Sánchez se utilizó el tópico que acuñó Canorea: la plaza de aquí no se mueve. Lo mismo que para Morante, al que también se le echa de menos.

De Ponce, que viene dos veces y sostiene la feria, ni mu.

De la increíble sobredosis Domecq, tampoco; y mira que podemos acabar para el arrastre con tanto chute del amplio surtido del clan bodeguero que vamos a sufrir: Domecq en versión Marqués, Lolita, Salvador y Zalduendo.

De verdad, qué pena. La Feria de Julio que algún día tuvo al toro como protagonista, es hoy víctima del monoencaste y lo que está claro es que ningún aficionado acudirá a la plaza por el nombre de la ganadería. Como mucho dirán que embistan, cuanto menos que se muevan y por favor que no se caigan.

La que sorprendió fue sin duda la corrida del 9 d'Octubre. Arriconada en el cartel que encabeza una bella pintura de Roberto Domingo, al leer los nombres anunciados (Ruiz Manuel, Juan Ávila y Gabriel Picazo con toros de Lagunajanda) lo primero que se piensa es que se trata de una broma pesada. Pero va en serio. El empresario definió esa tarde como "un cartel que no es ni bueno ni malo". Al parecer, un empresario, con tal de salir del paso, hay veces que se conforma con hacer un cartel que no dice absolutamente nada y carece de explicación lógica de cara a la clientela.