Los festivales de música se han multiplicado como setas de un tiempo a esta parte y el tema se ha convertido en reportaje recurrente para la prensa. La enorme oferta por un lado, y por otro la sorprendente batalla sin cuartel librada por los dos grandes (a excepción del Rock in Rio que de festival, por ecléctico, ha tenido bien poco), el Festival Internacional de Benicàssim y el Summercase.
Todo empezó cuando la organización del Summercase confirmó que su celebración este año iba a coincidir en las mismas fechas con el Fib. Nunca había pasado. El Fib cambió sus fechas en 2006 de la primera semana de agosto a la última de julio. Según se comentó en su momento, era para evitar aglomeraciones en pleno agosto en Benicàssim, localidad ya de por sí saturada en pleno en ese mes.
Ese mismo año, en 2006, nacía el Summercase de la mano de Sinnamon, sello que con la etiqueta de independiente ha crecido una enormidad superando incluso las barreras de lo meramente indi, con carácter intinerante entre Boadilla del Monte y Barcelona. En su estreno y en su segunda edición se celebró justo la semana anterior a Benicàssim.
Fueron dos años en los que la afición tuvo pocas quejas y sólo el bolsillo podía ser impedimento para acudir a dos festivales tremendamente atractivos. Pero en 2008 ante la coincidencia de fechas no ha habido otra que torcer el gesto al presenciar la batalla de despachos entre uno y otro: Fib o Summercase.
En poco menos de una semana tendrá lugar la batalla, los días 18 y 19 de julio. Esas fechas eran dos de las tres jornadas en las que se situaba el Fib en 2008, y fueron también las elegidas por el Summercase. Desde Benicàssim se reaccionó inventando el Saturday Night Fiber y llevándolo a Madrid para contraprogramar la cita de Boadilla del Monte.
Lamentable el espectáculo durante la confección de carteles, los cachés se han disparado y los grupos han atendido a golpe de talonario y al final ninguno de los dos ha logrado redondear por arriba su cartel. La comparativa hay que realizarla entre la letra pequeña y al final una de las conclusiones que se extrae fácilmente es que las bandas nacionales han encontrado en ambos festivales el espacio que anteriormente no tenían porque ambas citas paasecían pensadas para toda la catarva de guiris que acuden en manda. Els Pets, Manos de Topo, Hidrogenesse, La Casa Azul, Antònia Font, Lori Meyers, El Columpio Asesino, Delorean o Facto Delafé son nombres que han venido a tapar huecos que el año pasado sin ir más lejos, por no hablar de ediciones anteriores, eran para cualquier hype de medio pelo británico, sueco o norteamericano.
Por arriba, la primera jornada del Summercase de Barcelona (la segunda en Boadilla del Monte, la que compite con la Saturday Night Fiber madrileña), la del 18 de julio, presenta grandes nombres con enorme atractivo: Blondie, Grinderman, Interpol, Primal Scream o The Verve. Ante ello el Fib compite con bandas de menor nombre, pero de gran interés y una importante segunda fila: My Bloody Valentine, Mika, New York Dolls o Babyshambles; Gnars Barkley, The Raconteurs, My Mornig Jacket o American Music Club; y en Madrid, echando el resto, el refrito de lo mejor que puede verse en Benicàssim, Morrissey, My Bloody Valentine, Mika, Babyshambles y Souxie.
La otra jornada en el Summercase, la que abre en Madrid y cierra en Barcelona, tiene menor enjundia pero unos cuantos de enorme tirón y que hacen flojear las piernas del que escribe: Los Planetas, Kings of Leon y la incógnita de los Sex Pistols.
En la jornada del domingo 20 de julio el Fib pelea solo con el que es su día más rematado y original. Ese día el verde recogerá las actuaciones de Leonard Cohen (oportunidad única para ver al canadiense), Enrique Morente junto a Lagartija Nick o Morrissey, por no hablar además de Death Cab For Cutie, The National, Micah P. Hinson y Richard Hawley que tocarán en otros escenarios.
El gran festival hubiese salido del respeto de ambas citas. Ahora sólo cabe decidir si prefieres acampar (en Benicàssim y Boadilla), si prefieres la playa (Barcelona y Benicàssim), si prefieres tres días de juerga y buena música o si te conformas con dos de lo mismo o si prefieres grandes nombres o hurgar entre la segunda fila. Al final de tanta hostia, tú acabas decidiendo.
Morrissey, First of the gang to die
The Verve, Bitter sweet symphony
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