Del 20-E se ha llegado a escribir que es el verdadero arranque del siglo XXI. Y todo porque es el día en que Barack Obama llega a la presidencia de los Estados Unidos y el mundo entero lo espera, cuanto menos, con los brazos entreabiertos. Se trata de un momento histórico.
Y cosas de la agenda, coincidencias del calendario, una institución valenciana del ámbito universitario, la UCH-CEU, ha decidido demostrar su anquilosamiento y enseñar que sus entrañas huelen a rancio y en el día que pasará a la historia por la investidura de Obama, ha decidido nombrar doctor honoris causa al ex presidente del gobierno español, José María Aznar, uno de los más firmes aliados del antecesor del primer presidente negro de la Casa Blanca, es decir, George W. Bush.
Así por ejemplo, con la intención de relacionar a los tres protagonistas: si Bush creó el Guantanamo que Obama quiere cerrar cuanto antes, Aznar fue quien permitió el paso de los vuelos hacia aquel horror procedentes de Afganistan o Irak. Entonces pocas (ninguna) excusas merecen el crédito para justificar hoy --hoy 20-E, cuando el mundo comparte una ligera esperanza, menos todavía-- la investidura de José María Aznar como doctor honoris causa de cualquier institución académica cuando justamente lo que se trata de corregir a estas alturas es el mundo del que él quiso ser y fue destacado protagonista (y de ello, sin muestra de corrección, se siente todavía orgulloso) junto al que dicen los expertos ha sido el autor de la peor gestión desde la presidencia de los Estados Unidos, George W. Bush.
Probablemente, la condecoración académica no debería sorprender en modo alguno. Surge de una institución que desde el ámbito universitario representa a la derecha nacional católica y trata de recuperar políticamente el poder perdido con este guiño, sobre todo hoy, más a destiempo que nunca. Porque está en franca duda que de verdad el reconocimiento de José María Aznar como honoris cuasa de la UCH-CEU que se va a perpetrar en el mediodía del 20 de enero de 2009 tuviese alguna vez justificación alguna. Probablemente no la tuvo ni por supuesto la tiene.
PS: Un buen puñado de alumnos de la propia UCH-CEU ha intentado oponerse a este reconocimiento y si no han conseguido la suspensión del acto, al menos si que se les ha escuchado a través del blog No a Aznar.
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