Como cada año, puntual a su cita, Manuel Vicent ha escrito su columna antitaurina en los albores de un nuevo San Isidro. Titulada Toreros, esta vez ha estado más comedido y ha tirado la tinta hacia otros flancos: incita a los actores, poetas y demás artistas a devolver medallas porque algunos toreros comparten con ellos semejante galardón.
Estas columnas, las antitaurinas, son las que mejor le salen al de La Vilavella. De normal, las otras, le suelen resultar demasiado pastosas entre tanta mitología y bucoleidad mediterránea. Pero, de esta última, con la siguiente frase,
"A lo largo de la historia la cultura en España ha sufrido una continua humillación a través de la incuria popular..."
Manuel Vicent me ha recordado inevitablemente, con mejores palabras, a la reciente salida de tono de Alfonso Rus, ya que decir que la cultura en España ha sido humillada a través de la historia por la incuria popular, es como decir que el populacho que ha habitado a lo largo de la historia la amplia porción peninsular llamada España es, poco más o menos, que gilipollas y a él
le otorga una insoportable prepotencia intelectual que ni Ortega y Gasset, que dijo precisamente algo parecido, pero a la inversa:
"La historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda."
PS: Y ahora voy a disfrutar de las últimas páginas de León de ojos verdes, aunque no tanto como hice hace tiempo de las de Son de mar o más todavía con Tranvía a la Malvarrosa. Sin duda, en lo suyo este Vicent también va rebajando el listón desde ya hace tiempo. ¿Será por contagio de esta España en la que vive?
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