feria de julio 2009, una feria más que digna

Tal y como están las cosas y conforme la historia ha tratado a la Fira de Juliol, la de Sant Jaume, la feria de Valencia de siempre, la edición de 2009 merece, cuanto menos, el calificativo de digna. Sin el fuste, el predicamento y el peso en la temporada taurina de antaño, los carteles dejan ver un claro esfuerzo por su recuperación, un síntoma optimista de cara a pensar que Valencia tiene en julio un ciclo por el que se puede y se debe apostar. Y eso incumbe a todos: a empresa, Diputación, taurinos, gente del toro, ganaderos, medios de comunicación y aficionados.

Los carteles se han presentado de forma puntual, a la una del mediodía, en el Hotel Astoria de Valencia con los socios de la empresa que gestiona la plaza de toros de la ciudad, Servicios Taurinos Serolo --Sebastián Rodríguez, Juan José Tebar, Vicente Varea y Carlos Rodríguez, sólo faltaba Justo Benítez--, acompañados por Isidro Prieto, responsable de Asuntos Taurinos por la Diputación de Valencia, propietaria del coso de la calle Xàtiva, y el matador de toros extremeño Miguel Ángel Perera, que anunciado la tarde del 23 de julio es uno de los grandes atractivos del serial, y que junto a Morante de la Puebla son los dos grandes ausentes de las pasadas Fallas que sí estarán en Julio dándole así importancia a una necesitada feria de figuras como ellos.

Como siempre pasa en estos casos, de lo primero que se habla es de los que no están anunciados. Más allá de José Tomás, que cumplió con su plan de temporada estando en marzo en Valencia, varios son los nombres que llaman la atención que no estén, no porque se les eche excesivamente de menos, sino más bien por su costumbre a venir a Valencia. Es el caso de José María Manzanares y Cayetano. Más del primero; el segundo está llevando una temporada más por plazas de escasa responsabilidad, justo al revés de lo que es la de Valencia. No es ausencia la de El Cid, más que nada porque no atraviesa su mejor momento. Y sí se echa de menos a El Fundi, del que en un principio se daba por segura su prensencia la tarde de los toros de Adolfo Martín, pero según la empresa el torero tenía ocupadas las fechas del 25 y 26 de julio, y también a Daniel Luque, para el que no se ha encontrado hueco y que desistió de venir para la corrida del 9 d'Octubre.

Y de ausencias, aunque de eso lamentablemente se habla poco o nada, la ganadera. Históricamente Valencia por julio fue el Toro en mayúsculas y en él tuvo a su gran protagonista. En esta edición, como en otras anteriores y como en tantas otras ferias, ya se sabe, esa filosofía con las figuras por medio no casa. El único clavo ardiendo que le queda al aficionado para agarrarse de verdad a esta feria es la corrida de Adolfo Martín con un cartel enorme interés. Los deseos, que los grises de Adolfo se rediman de los últimos tropiezos y que sea en Valencia donde la casta albaserrada dé una nueva alegría. De lo demás, cabe la esperanza con lo de Los Bayones, mientras que con Valdefresno y Parladé habrá que mantener todas las sospechas hasta que una grata sorpresa nos ponga como unas castañuelas. Esperemos que así sea.

Así, con lo que hay, que no es poco, la Feria de Julio es la que es. Con la corrida de rejones por delante, el 18 de julio, el inicio es fuerte. El mejor cartel de toreo a caballo que se puede hacer en estos momentos debe tener Pablo Hermoso de Mendoza y a Diego Ventura anunciados, como es el caso. Por delante irá Fermín Bohórquez, que también lleva los toros.

Luego la feria continúa con la primera novillada con picadores. Es una oportunidad en toda regla ya que se trata de tres novilleros lejos de los puestos punteros del escalafón. Son el albaceteño Pedro Marín, que salió en marzo por la Puerta Grande, y los valencianos Pascual Javier y Antonio Hernández, el hijo de 'El Melenas'. Es el caso de este último el que más preocupa después de la tremenda cornada que se llevó en las pasadas fallas por una preocupante falta de oficio. Anunciado de nuevo, sólo falta desearle un mejor desenlace y que la lección de la sangre se apoye ahora en algo de oficio. Los toros llevarán el hierro de Hermanos Martínez Pedrés.

El segundo capítulo presenta el menú de una novillada sin picadores con erales de los Herederos de Salvador Guardiola para Jesús Chover y Juan Cervera, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, y Alberto López, de Madrid. Y el ciclo continuará el 21 de julio con la segunda novillada en la que están anunciados Dámaso González, Luis Miguel Casares, que dejó muy buena impresión en Fallas, y Carlos Durán. Los novillos anunciados serán de María José Barral.

El miércoles 22 de julio no hay festejo por la tarde y ése es el gran punto negro del serial, su interrupción a mitad de semana. Se trata de hueco en el que podía caber un festejo más, si las cuentas lo permitían. Lo que se celebrará este día, pero en horario nocturno, será la tradicional descajonada de las cuatro corridas de toros a lidiarse en los días siguientes, con el regalo además de la lidia de dos erales de Guardiola por José Kargbo, de la Escula de Valencia, y Dorian, de Beziers.

Y a partir de aquí viene lo fuerte con las cuatro corridas de toros que incluye el programa. La primera, el 23 de julio, presenta un cartel redondo con Enrique Ponce, fiel siempre a su cita con Valencia, Sebastián Castella, tras su Puerta Grande en Madrid, y Miguel Ángel Perera, torero arrollador con el que esta vez sí hubo acuerdo para su contratación. Los toros anunciados son de Valdefresno, y como siempre pasa en estos casos cuando se juntan tres figuras todas las suspicacias caben a priori.

El 24 de julio viene con el máximo atractivo de Morante de la Puebla, torero que tal vez está en su mejor temporada, después de lo visto en Sevilla y Madrid. Por eso, que esté en Valencia es todo un lujo. Rematan el cartel El Juli y el populista El Fandi. Los toros, otra vez, de Parladé, de sangre Domecq, serán la gran incógnita.

Luego, pliego obliga, cartel de valencianos con la corrida de Los Bayones que en Valencia ha dado últimamente una de cal y otra de arena. Seria seguro saldrá. Y enfrente, Javier Rodríguez, sobrino de la empresa y que no puede quejarse por falta de oportunidades, David Esteve, exitoso novillero y ahora matador de toros, el Rafelbunyol tratará de encontrar el rumbo perdido, y Óscar Sanz, torero honesto, además de capaz, que está ante una gran oportunidad.

Y para acabar, la corrida para los aficionados, la que de verdad recupera el interés por el toro que de siempre tuvo la Feria de Julio. El cartel, un cartelazo. Los albaserradas de Adolfo Martín con un especialistas como Juan José Padilla y dos torerazos como el valenciano José Calvo y el cordobés José Luis Moreno, torero de culto que de Valencia guarda el amargo pero excelente recuerdo de haber cuajado una de las faenas más importantes de su carrera allá por julio del año 2000 en una tarde histórica con toros de Victorino Martín.