En Valencia existe la sana costumbre de que las novilladas sin picadores de promoción sean gratis. En un festejo así gusta ver casi tres cuartos de plaza llenos y un muy buen ambiente, y si además los novilleros se entregan como hoy, mejor que mejor. A estas citas no suelen faltar en los tendidos los amigos de los torerillos ni tampoco --cómo no-- los que se apuntan a un bombardeo con la excusa de que aquello sea por la patilla. Como se suele decir, debaes cap frare pega cabotaes.
Pero lo que está bien está bien, y lo que no se puede tolerar es que aquí llegué uno y se crea que esto es un concierto de U2 o un partido de fútbol en el estadio Azteca en pleno mundia de México '86.
La olas, en Valencia no deben hacerse en la plaza de toros. Para eso lo mejor es irse a la Malvarrosa, que también es gratis.
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