Vinilo Valencia habla puntual sobre la edición 2009 del Festival Internacional de Benicàssim. Y pese a que las estrellas de la primera jornada eran Oasis, que hicieron un muy buen concierto que pudimos seguir por Radio 3, el mejor concierto corrió a cargo de The Walkmen, pero de eso se enteraron los menos. Mientras los de Manchester eran seguidos por 50.000 almas, con los de Nueva York no había más de 500 personas consecuentes al eludir los grandes tumultos festivaleros. Así que el primer podium del FIB quedaría con The Walkmen, Oasis y, no podía ser de otra manera, Gang of Four, y también el rock surf de Los Coronas.
Ahí van un par extractos de la crónica urgente de Quique Medina para Vinilo Valencia:
Cargado de cerveza y ya cenado me dirigí a The Walkmen y, sorpresa, me planté sin problemas en primer fila. Comenzaron con “In the new year” y a partir de ahí el mejor concierto, sin duda, de la jornada. Sólo que estaba y, como buen polvo, con necesidad de contarlo…mi móvil echaba chispas. Con un frontman y un batería a los cuales adoptarías, la banda de Nueva York ofreció más de hora y media de indie-rock-aptitud desafiando a los Gallagher con todas las de la ley y con argumentos de cojones. Insultántemente jóvenes su estilo entre lo “dylaniano”, el pop inmaduro (rollo Los Campesinos) y lo, por momentos, surf, segregaron situaciones sonoras que será difícil supere muchas bandas de las que aún tenemos por delante.
The Walkmen Vía :: live.fiberfib.com |
Directo a Gang of Four y, de fondo, Oasis, que parece estaba dando un conciertón. Ahora (y Andrés Verdeguer me lo recordaba vía móvil) sonaba “Wonderwall”; un temazo o un coñazo, depende cómo te pille. A mi me pillaba ahuecando posiciones para ver parte de la historia; Gang of four son parte del imaginario histórico que el pop británico nos ha dado y no verlos era cuestión de mal paridos. Salieron, a sus casi sesenta tacos, a dar ejemplo y merendarse el escenario. Viven aún del rédito que les dio “Entertainment”, pero se lo pueden permitir; y más cuando hincas las rodillas en suelo y llenas el escenario, poseído por la química, a base de carreras, funk-electropop y paseos fulgurantes. “A man with good car”, “A piece of my heart” o “I love a man in a uniform“ fueron suficientes pruebas para demostrar que John King y Andy Gill, pese a su envejecida apariencia física, la pueden liar más que muchos (por ejemplo The View). Como colofón a King le dio por utilizar un microondas como persusión. Conclusión: microondas y micro hecho añicos.
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