Si no la respetan sus propios protagonistas, ¿a quién vamos a exigirle que la respete? ¿Con qué cara y orgullo vamos a decir que este espectáculo se sustenta en la emoción, la verdad y la integridad del toro bravo y el valor e inteligencia del que se pone delante?
Así, tampoco solucionamos nada. Y lo peor es que no sabemos si los del 'cártel' taurino-mediático se habrán enterado, poque no es que den excesivas señales de ello más allá de la mera palabrería.
Pablo G. Mancha, sobre el afeitado de dos toros de Joselito y Martín Arranz en Logroño:
El afeitado vuelve a merodear la feria de San Mateo y tal y como anunció este rotativo el pasado 23 de septiembre, dos astados de la ganadería de ‘El Tajo’ y ‘La Reina’, propiedad de José Miguel Arroyo ‘Joselito’ y de su apoderado Enrique Martín Arranz, han dado positivo por manipulación fraudulenta en sus astas. Es decir, que estaban afeitados, o lo que es lo mismo, que les habían cercenado sus puntas de forma antirreglamentaria, lo que constituye un auténtico fraude y atenta de raíz contra los fundamentos éticos que informan la tauromaquia."
Paco Cañamero, sobre el afeitado de dos toros lidiados en Arles por Eduardo Miura, quien además es presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia:
Hoy, con la sanción confirmada, uno siente el más absoluto desprecio hacia el ganadero de Miura y llega a la conclusión de que si esta fuera una sociedad seria, a Eduardo Miura se le debería obligar a dimitir de su cargo por currupto. Porque su ejemplo de ganadero fraudulento no hace más que darle razones a quienes pretenden cercenar el arte del toreo. Ese arte al que tanto daño le han hecho lor propios profesionales. Como este cuentista de Miura que afeita sus toros y es el presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia y al que sigue aferrado en un episodio vergonzoso."
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