07 mayo 2010
san isidro 2010/ lo bien que cae curro díaz en madrid
Foto :: Paloma Aguilar para las-ventas.com
Oreja para empezar, para ilusionarse, para arrancar vendiendo que la feria no es tan mala como la pintan a priori y para tapar algunas bocas. Justa, sí; pero una oreja ligera al fin y al cabo.
Fue para Curro Díaz, que tiene la suerte de en Las Ventas caer la mar de bien. Le tocó un toraco destartalado de alto que era, correspondió con gusto a la verónica, se puso como sólo el de Linares sabe ponerse: muy firme y torero, con el mentón hundido, los riñones metidos y erguida la figura; le puso temple a la cosa, profundidad a los muletazos que empezaban retrasados pero que alcanzaban el remate allá donde el toreo pellizca el alma. Todo por el derecho, por donde había hecho el quite Juan Bautista de dos y gran media; por el izquierdo tiraba a dar. Surgió el olé, ese pellizco, un de pecho de auténtica filigrana, unos detalles por abajo y el estocanazo a ley en todo lo alto. Una oreja ligera, pero sufiente, justa. Aunque eso no quita que el criterio de Madrid tendrá que medirse a partir de aquí y no de más abajo.
Me gustó la actitud de Eduardo Gallo toda la tarde. Me gustó como estuvo en la plaza, como la pisó y el temple que imprimió a sus dos inútiles toros. Más ya no pudo hacer. Juan Bautista cumplió con su primero sin excesos, mató bien, y abrevió ante las complicaciones del quinto.
Los toros de Salvador Domecq, vulgares y con sobrepeso. Se dejaron sin apenas poner pegas y perdieron las manos en demasiadas ocasiones. El sobrero de Nalvarrosal no enmendó a los titulares ni mucho menos.
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