Semana para no dar palmas, precisamente. Tanto, que este blog ha batido su récord en barbecho. Como para que luego digan que los profesores --papel que he venido desempeñando últimamente-- viven de lujo: Menuda semanita de poner exámenes, correcciones y evaluaciones finales que nos ha dejado sin tiempo para plantar un par de líneas por aquí, aunque sí por twitter, donde no hemos podido defogar.
Y eso que sí han pasado cosas y reflexiones que merecían ser contadas, aunque alegrías, pocas. La excursiones taurinas a Alicante tienen parte de culpa: la Fiesta, a ver sin nos enteramos, para sobrivivir, para emocionar y enganchar al público, debe ser otra. La fiesta del borrego es la decadencia, eso lo saben todos y sus protagonistas ni tienen excusa ni perdón.
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