Estampas como ésta no hacen ningún favor. Situación: segundo novillo de la tarde. Dobla después de la estocada, la cuadrilla de El Melenas o no tiene puntillero o éste prefiere no hacer papel de matarife por alguna razón que desconocemos. Sale de puntillero un empleado de la plaza tal y como visten los operarios de la misma, con patalón a rayas y blusón negro. No es el habitual y eso se demuestra en su forma de actuar. Por lo visto, pocos puntillazos había dado quien tuvo que tragar con la papeleta. La bronca que originó el esperpento, merecida. Que se la apunten tanto a los responsables que pululaban por el ruedo, como los de la plaza, la empresa y demás. Al puntillero habitual lo vimos al rato vestido de matarife, porque al parecer estaba en labores de despiece en el desolladero, hablando con Santiago López (de la empresa Simón Casas Productions) en el callejón.
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