aste nagusia 2010/ abroncar a morante es la nueva bilbainada

Las broncas a Morante en Bilbao se han convertido en una bilbainada más. La ideosincrasia de unos y el concepto del otro no casan. No sé si es cosa de estos tiempos o si hace varios años atrás habría sucedido lo mismo o no.

Mientras el público de Bilbao aplaude sus chorradas: el micropuyazo o la carrera hacia atrás de Manzanares ante un toro que gazapea llegado el momento de buscarle la muerte; el mismo público disfruta diciéndole de todo a Morante.

Al arrastrar el sexto, los amigotes de una cuadrilla se preguntaban si había prisa, si iba a ser posible esperar a ver salir a los toreros para así abroncar a Morante. Dijeron claro, claro, vamos a esperar y le pegamos la bronca a Morante y si es preciso nos acordamos de sus madre.

Y Morante se llevó lo suyo, que ríete tú de los antitaurinos que fuera de la plaza dieron la tabarra a la afición a la llegada a la plaza. Los antis decían cosas como "si quieres ver sangre, córtate las venas" y repetían a coro "torturadores, torturadores". Y los cerca de 20.000 asistentes que registró Vista Alegre, ni se inmutaron, oiga, ante los insultos y la incitación pública al suicidio.

La tarde, en cambio, sí fue como para echar a correr. Pero como si nada, las culpas recayeron sobre Morante, que no mató ningún Zalduendo, sino dos de Torrealta, y allí el resto pareció salir indemne. Es más, a Manzanares se le ovacionó fuertemente por faena ramplona y muy de plaza de talanqueras.

¿Es el circular invertido cosa de artistas ahora? Eso pareció viendo a Manzanares con su primero. Algo horrible, oiga. Manzanares cuajó una serie en redondo cuando empezaba a gotear que fue muy oleada por el público. Síntoma de que lo bueno gusta. Pero luego uno empezó a repartir carnaza y el respetable a fliparla.

Manzanares dio circulares tantos como derechazos, muchos más que naturales. ¡Dónde va a parar! Manzanares, el del empaque y el arte, se puso a pegar circulares a destajo al manso huidizo, ¡en Bilbao! ¡Y encima le pegaron por ello una ovación tremenda! Qué desastre. La lección de Ponce del día anterior por una le entró y le salió por la otra...

El Juli fue un obrero de la tauromaquia, echó mano de la técnica, dio pases a cientos, unos mejores, otros no tanto, la mayoría templados y monótonos, alargó sus faenas en exceso y lo que más enganchó de sus repertorio tanto en segundo como en el quinto fue cuando ligó martinetes. Lo demás, pecata minuta. Por destacar, la firmeza con su primero. Y es que, aprovechando los escándalos de Morante, parecía que con cumplir a El Juli le iba a servir. Luego, la espada no la menejó de forma certera.

Con el sexto, nublado como estaba, también Manzanres sin ideas prefirió cumplir haciendo como que ponía toda la carne en el asador. Así, dio hasta dos largas cambiadas de rodillas, pero al final, a toro parado se decidió por un arrimón que no fue recibido con agrado. El personal ya pensaba en las raciones, los pintxos y el txacoli bien fresco para olvidar lo que de verdad había sido todo un petardo de Zalduendo: por mal presentado, porque dos toros fueron devueltos y porque los cuatro que quedaron estaban vacíos de casta. Los Torrealta no mejoraron las cosas, es más: pusieron a huevos la deseada bronca a Morante, que al primero tras un intento al natural lo mató mal y al otro no le dio coba alguna. Quedó claro: este Bilbao comprende mejor a los obreros del torero y la vulgaridad de la neotauromaquia, que al artista.

Al artista a la mínima lo pone a caldo. Yo creo que el año que viene cualquier cuadrilla le compone una bilbainada y la presenta concurso. Hasta entonces.

Por cierto, triunfo hubo para Juan José Trujillo, reincidente --por ayer-- desmoterándose tras parear al sexto. Y Niño de Leganés fue cogido al parear al segundo.