Zapatero hace ya tiempo que no es un tipo con excesiva credibilidad y el mejor ejemplo es lo tapado que va últimamente. Antes que él parece que hay otros para afrontar los problemas como, pongamos por caso, la crisis de los controladores aéreos. Luego es: pieza que mueve su gobierno, debate nacional que te crió. La cortina de humo que se ha generado con la prohibición del fumar en según qué espacios públicos pasa de castaño oscuro e incluso le ha venido hasta bien. Generar actualidad de nimia trascendencia le viene bien a la clase política de uno u otro pelaje.
Hay que aprovechar cualquier excusa para seguir adelante. Pero ante la realidad, tenga razón o no, el presidente se incomoda. La entrevista de
No, no da resultado. Ni por activa ni por pasiva, la realidad le tropieza demasido y le cuesta aguantar el chaparrón mediático y de la opinión pública. En cambio, en los escenarios de la política, ahí todavía tiene cintura porque la mediocridad es compartida en todos y cada uno de los frentes y él es el rey mientras las urnas no digan lo contrario o contra todo pronóstico tiré la toalla antes de 2012.
El tempo lo lleva más que apretado. Y cuando calla o habla destiempo se retrata en toda su debilidad. Por nimio que parezca, decir ahora, responder, cuál hubiera sido su postura ante la prohibición de las corridas de toros de Catalunya, y no entonces cuando el problema --ficticio, alumbrado por un puñado de firmas y alentado por una clase política, 'la catalana', amanerada-- estaba vivo, le hace un muy escaso favor. Eso antes y sin ambages.
2011 empieza a correr en su contra y por no haber anticipación, no la hay ni sobre su futuro o posible sucesión en el cartel electoral. Aunque claro las pertinentes especulaciones ayudan a desviar la atención y a eso hay quien lo llama estrategia política. Menudos.
PS: Las palabras de Zapatero sobre la prohibición en Catalunya de las corridas de toros, verdadera excusa de este post, pese a ser la anécdota de una entrevista que podía haber sido mejor por ambas partes, no han caído en la indiferencia.
Vía :: La Vanguardia |
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado hoy que no debería haberse prohibido la fiesta taurina en Catalunya y ha precisado que, si él hubiese sido diputado en el Parlamento catalán, habría votado "no".
En una entrevista en Onda Cero, Zapatero ha subrayado que no le ha gustado la prohibición de las corridas taurinas en Catalunya y ha puntualizado que "una cosa es que se tenga más o menos afición a los toros", pero, en todo caso, deberían poder acudir a esta fiesta "las personas que quieran".
Es "una fiesta que tiene tradición", ha insistido el jefe del Ejecutivo, antes de añadir: "más allá de que guste o no, no se debería haber prohibido y no estoy de acuerdo".
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