El PSOE --ahora de Rubalcaba--, tras llegar hasta aquí ostentando el poder, busca la diferencia defendiendo la educación pública con no muy acertadas formas. Pijos deslenguados frente a humildes asistentas; la defensa de la "igualdad de oportunidades" partiendo de la desigualdad, y todo esto tras ocho años de gobierno y señalando los problemas de aquellas comunidades autonómas donde no gobierna. Mal de muchos consuelo de tontos. Con soluciones a destiempo no parece que sea la mejor forma de convencer, más cuando la enseñanza pública en estos últimos ocho años ha seguido siendo un problema y el consenso en educación inexistete. Al contrario, la educación, que debería ser sustento de futuro de un país y principal instrumento contra la crisis, sigue siendo arma arrojadiza. Y ni ellos ni nadie ha puesto solución a eso.
Por su parte, el PP de Rajoy no pasa de la voluntad. Y como si la realidad fuese la misma de hace tres lustros, dicen que "sabemos hacerlo". El qué harán es el problema porque es precisamente lo que callan y la chispa que enciende todas las dudas. Las grandes palabras no hacen política y eso es lo único que ofrecen tras una travesía de ocho años y mucha paciencia hasta llegar hasta aquí, cuando el cambio se antoja evidente y las urnas todo apunta a que les van a favorecer. Nunca una victoria electoral pudo ser tan fácil. "Súmate al cambio", acaban diciendo, tras demostrar cabezonería ¿pero cambio hacia a dónde? ¿Han ofrecido alternativas o es que asumen que van a llegar al poder no por virtud propia sino por ineptitud del PSOE? Qué triste pues.
UPyD por suparte sigue a la suya y la culpa de todo la tienen los nacionalistas, como si ellos no lo fuesen. Ya se ven como sorpresa del próximo 20-N, y es que la campaña tiene esto: los políticos por su fueros mientras los que miramos nos sentimos como más fuera de lugar. Es lo normal.
Y la estampa que de verdad preocupa es ésta, y nadie tiene la solución.
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| Vía :: Elblogsalmon.com |
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