La ILP antitaurina se sostuvo sin problemas y al final logró su cometido con la prohibición de las corridas de toros en Catalunya. Fue todo una éxito, la demostración de cómo trabaja un lobby.
Como siempre, tarde, se ordenó desde el bando taurino --alguien se ha empeñado en enfrentarlo todo en esta sociedad-- la respuesta vía otra ILP surgida que por generación espontánea surgió desde la misma Catalunya con un apoyo raquítico, la desorganización propia del sector y ante la incredulidad de los mismos que formamos parte del cotarro. ¿Servirá de algo? Ya se verá. Queda todo un mar de dudas por delante.
El caso es que ha sido al final cuando nos hemos enterado de que dos figuras del toreo han apoyado económicamente una inciativa que ya agonizaba justo cuando estaba a punto de conseguir las firmas necesarias. José Tomás y José María Manzanares le han dado aire a la iniciativa legislativa popular taurina en noviembre y diciembre.
Son la excepción (muy tardía). Avergüenza ver el escaso compromiso de los profesionales del toro con esta iniciativa. Esta claro que no les interesa ningún lobby.
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