Por segundo año consecutivo, como en 2011, Londres fue la ciudad elegida para recibir el nuevo año, este 2012 que tan feo pinta. Y más que por uno mismo, fue elegida por los buenos amigos y su empeño ante el que era imposible negarse.
Una especie de regreso al futuro, con su baile del encantamiento bajo el mar y todo gracias a un garito de Camden Town llamado The Monarch y que casi nunca falla. Nochevieja tirando de soundtracks --como en 2011--, pintas... y el leitmotiv de la generacional 'Regreso al futuro'. El bar tocado con detalles de la peli y algunos frikis con 'chalecos de guardacostas' y caretas del malo malísimo de la peli, Biff.
Pero una canción se les pasó...
Por lo demás y pese a la crisis, Londres en su línea. Babilonia del consumismo. Una ciudad que no aburre, que nunca te la acabas y menos en cuatro días.
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