Pero los carteles de Sevilla vamos a mirarlos por el toro. Por ejemplo la corrida de Fuente Ymbro anuciada el 18 de abril, miércoles de preferia, con Salvador Cortés, Antonio Nazaré y Esaú Fernández. Luego saldrá como saldrá, pero sobre el papel es una de las que apunta más alto.
Pero lo que pasa, como dijo el ganadero la pasada semana en Aplausos respecto a quién mata sus toros, es:
"Ni Ponce ni Manzanares han matado una corrida de Fuente Ymbro. Antes, tiraron mucho de de la ganadería toreros como El Juli o Perera, incluso Morante. El año pasado dicidieron no matar ninguna y no sé lo que harán éste. Ellos tienen su derecho a eleir las ganaderías que quieran porque para eso son figuras. Si no eligen Fuente Ymbro es porque creen que con otro tipo de ganaderías salen más beneficiados"O miramos Cuadri, que lleva un cartel a modo, sin figuras. Algo que es mucho mejor según ha declarado alguna que otra vez el ganadero. O El Ventorrillo, sospechosa de embestir por el cartel que luce --Urdiales, Fandiño y Jiménez Fortes-- tanto como de convertirse en un petardo gordo. Ya se verá. O Victorino Martín anunciada con la pareja de moda de la temporada: David Mora e Iván Fandiño.
O El Pilar, que tras el corridón de Bilbao, huele a que más de uno le ha hecho ascos. Por no hablar de Torrestrella, una incógnita muy sevillana, o por no pedirle peras al olmo, Miura.
En total cinco corridas con el interés puesto en el toro. Que sumadas las cuatro más rematadas con Victoriano del Río, Garcigrande, Jandilla o Núñez del Cuvillo, ya son más de las mitad de las 14 corridas anunciadas para una Feria de Abril que ofrece sus peores carteles pero que también demuestra la evidente descompensación del escalfón actual.
En esos últimos cuatro hierros, más el de Juan Pedro Domecq el domingo de resurrección, se reúnen Morante, Manzanares, Sebastián Castella y Alejandro Talavante, y también El Cid o Daniel Luque, pero estos con un estatus más flexible, no tan férreo.
De estar todos los que merecen estar en el abono sevillano, el overbooking en esos cuatro o cincos hierros habría sido tremendo y las ganaderías que se han quedado sin figuras continuarían igual o en el peor de los casos no estarían anunciadas.
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