Foto :: Templaíto (Aplausos)
Pero que lo de Perera ayer eran dos orejas, seguro. Por como el poder de inicio doblándose, mandando en la embestida, o por como fue el toreo en redondo: reunido, ligado y muy largo. También al natural así. Y por la traca final ya metido entre los pitones y prácticamente inverosímil en los mismos medios por donde fue capaz de pasarse una embestida ya totalmente entregada. La estocada, más de media fue suficiente para las dos orejas Pero el presidente fue feliz en sus trece.
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