comienza una feria de julio en plena deriva, en busca de su equilibrio

Desde que se anunció la Feria de Julio hasta que arrancó anoche con la desencajonada varias cosas se han producido. La más reseñable es la entrada de Iván Fandiño por la vía de la sustitución en la corrida de Las Ramblas por la lesión de El Cordobés. La otra novedad es el anuncio de que la empresa Simón Casas Production no va a pedir la prórroga en la gestión y que a partir de octubre, aunque si lo estuviesen trabajando ya mismo, mejor, la Diputació de València va a tener que mojarse con un nuevo pliego en medio de una coyuntura nada fácil.

Los triunfadores y grandes protagonistas de la desencajonada.

Pero vayamos por partes. La Fira de Juliol arrancó con una desencajonada con una falta sustancial de su principal elemento, el toro, y con un público que quería ver otra cosa. Algo así es la situación que se encuentra Iván Fandiño al sustituir a El Cordobés, precisamente. Existe una desequilibrio grande: la desencajonada se convierte en otra cosa, el toro no es el eje de mayor interés, la prueba es que no se enseñan nada más que dos corridas y se trata de ofrecer en contrapartida un espectáculo que tiene más de espectáculo cómico-taurino que de otra cosa.

El Cordobés, que cuenta con una público muy definido, y más en València como ya demostró las pasadas Fallas, va y se cae. Un Iván Fandiño en plena racha acepta la sustitución aun siendo 'a contraestilo' porque era de justicia estar en València. Y más cuando lo suyo era romper algún que otro mano a mano de los que concentran el protagonismo del ciclo.

Todo se sopesará a su debido tiempo, pero por ahora en plena deriva a la Feria de Julio le sigue faltando equilibrio. Y empezando por el toro que (no) se vio anoche en la desencajonada y continuando por un público que peligrosamente se ha mal acostumbrado a un espectáculo cuanto más digerible y 'gracioso', mejor.

Sin duda, la ausencia de José Tomás ha sido más que un problema para rematar una la feria pensada. Pero la realidad siempre acaba siendo otra y por eso mismo, porque el pliego de condiciones y el canon actual siguen siendo asfixiantes y perminten ninguna o muy escasa maniobra, la empresa ha decidido no pedir prórroga alguna de forma sensata. Esperemos que la Diputación se haya dado por aludida. Porque según amanezca el nuevo pliego la empresa Simón Casas Production se situará como favorita, o no. Todo dependerá de si a la Diputación le da por cometer nuevos errores, que al final no sería de extrañar.

Se lleva a un espectáculo fácilmente digerible, gracioso y que deja mucho que desear y a la Diputación eso, la calidad y trascendencia de lo que se ofrece, le acaba importando bien poco por contrato.