12 mayo 2014

#sanisidro14/ román conjuga madrid según chenel


Era su presentación en Las Ventas, su despedida como novillero y una sola carta que había estado demasiado tiempo esperando jugar. La tarde de Román, que a priori podría haber tenido un exceso de presiones, al final se solucionó por encima de cada circunstancia que se le planteó al alumno del Liceo Francés. Román conjugó Madrid según los principios de Chenel.

Primero, pronto y en la mano. Segundo, las distancias.

Pronto y en la mano se fue a atacar al primero. Apuesta fuerte, por encima de toda lógica adocenada y bienpensate. Inicio por estatuarios inverosímiles: apretados y cruzados; para argumentar luego una faena en los terrenos que marcó un novillo feo y rajado de Fuente Ymbro, siempre buscando tablas. Atragantón sincero. Dos tandas robadas, mandonas y por abajo. Vibrantes, sinceras: de verdad. Una apuesta: el triunfo es de los que se inventan los caminos. El atropello de toda razón con las manoletinas. Estocada insuficiente y descabello. Vuelta al ruedo merecida.


Foto :: Juan Pelegrín - Las Ventas

Ya en el quinto. Dejarlo a su aire, dijo Román que vestía el burdeos y oro. Algo muy de Chenel. Como los terrenos que eligió para arrancar la faena de un novillo castaño y más hechurado, pero que otra vez dio en manso y rajado, sin fijeza alguna, apretando adentro siempre. Dijo, dejarlo a su aire. Y Román dio distancia, se colocó entre las rayas y citó al fuenteymbro ofreciéndole ventajas, todas. Dos primeras series así. Dejándolo llegar al novillo. Pero cuando llegaba, lo hacía rebrincado y con feo estilo. A izquierdas alguno ganó en temple. Tal vez debió seguir por ahí. A derechas, la embestida más descompuesta. Marcando querencias. Sujección y brega en las series. Apuesta sincera. Por encima del novillo otra vez. La emoción de las bernardinas, la media en buen sitio, el descabello y la oreja.

¿La oreja? Sí. Pero lo que debería quedar claro es que la discusión de una oreja de más o de menos no debe tapar una tarde de Román --la de su presentación en Las Ventas y la de su despedida de novillero-- en la que apostó desde la diferencia, tomando las soluciones más audaces frente a las problemas que presentaron sus novillos, mansos y rajados los dos y que tan poco agradecieron su entrega a la hora de plantearles faena. Román conjugó Madrid según don Antonio Chenel 'Antoñete'. Y por poco se va por la puerta grande.

La novillada de Fuente Ymbro decepcionó. Cargada de mansedumbre. Ni atisbo de bravura. Muy complicado sacar conclusiones lucidas. Mario Diéguez se estrelló y José Garrido, que hizo lo mejor cuando entró en quites con el lote de Román, acabó desesperado ante las malas formas y el genio que desarrolló su primero y el carácter huidizo del cierraplaza.

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