A Morante le brotó el toreo y así a golpe de torería, que debe ser la mejor palabra para describir el alumbramiento del toreo, construyó una faena enorme e inspirada. Verticalidad, cadencia, temple, gusto, arrebato, sobriedad y barroquismo. Toreo rebosante por ambas manos. Estocada tras pinchazo y puntillazo certero cobrado por el mimso torero que fue otro grito más de lo que es la torería más clásica. Un foto más a la que Morante le ha dado color transcurrido un siglo.

Foto :: Antonio Vigueras |
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