22 junio 2014
#fogueres14/ morante, a golpe de torería hasta el puntillazo
Foto :: Antonio Vigueras | No hay mayor sentimiento, el arte de la muerte.
Morante de la Puebla salió a hombros en Alicante junto a José María Manzanares. Se volvía a anunciar el cartel del arte: Fino, Morante y Manzanares. Los toros, tres de El Pilar que fueron un fiasco, y otros tres de Zalduendo que dieron pie al triunfalismo.
A Morante le brotó el toreo y así a golpe de torería, que debe ser la mejor palabra para describir el alumbramiento del toreo, construyó una faena enorme e inspirada. Verticalidad, cadencia, temple, gusto, arrebato, sobriedad y barroquismo. Toreo rebosante por ambas manos. Estocada tras pinchazo y puntillazo certero cobrado por el mismo torero que fue otro grito más de lo que es la torería más clásica. Un foto más a la que Morante le ha dado color transcurrido un siglo.
Faena por encima de la media a lo que nos tiene acostumbrado Manzanares. A golpe de temple, ofreciendo pausa, imponiendo orden y haciéndolo con gusto. Muy ligado todo. A izquierdas no explayó pese a hacer por ahí un natural de enorme factura. El Zalduendo fue a más. El toreo también al final logró la reunión y hondura necesaria. A volapié se tiró Manzanares, cogido, la taleguilla rota. Como para que luego diga.
Finito se dio su tiempo y tras largo trasteó acabó por encontrar las mejores embestidas repetidas del Zalduendo que hizo cuarto. Un oreja le cortó. Por la puerta grande se iban Manzanares y Morante. A plaza llena, los alicantinos y los no alicantinos se lo habían pasado en grande. Hay plazas que no piden mucho más. Y ver a Morante así no es que ocurra todos los días. Es un extra. Era la guinda que le faltaba a una semana que ha venido preñada de torería: Joselito, Alberto Lamelas, Ponce, José Tomás, Pepe Moral, Fandiño... y ahora Morante.
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