El 19 de mayo de este San Isidro de 2016 tuvo acento valenciano. Ponce y Román protagonizaron una tarde con registros más que interesantes. De la maestría alcanzada e incluso superada tras más de 26 años de alternativa a la puesta en escena del arte desnudo y audaz que se confirmaba, pasando por la recuperación y reivincación de la esencia de un tercio, el de banderillas, donde la plata valenciana brilló siempre con especial torería y personalidad. Estas son las claves de una tarde para el recuerdo.
1.- La cita, histórica para la Tauromaquia valenciana. Por primera vez una valenciano confirmaba a otro valenciano. Un hito.
2.- Enrique Ponce ofreció un recital de naturalidad desde que se abrió capa. Gozó el buen fondo de su primero con especial ajuste. Caído de hombros, asentado y con temple milimétrico.
3.- Al público y afición de Las Ventas no le quedó más que rendirse ante semejante revelación. Desde los primeros lances de capa, el inicio por doblenes o el pulso y las caricias, Las Ventas asistió embelesada ante semejante recital.
4.- La mala suerte de Román en su primero no minó la esperanza ni la actitud del confirmante ante semejante compriso.
5.- De vergüenza la dureza de un piso especialmente duro al que apenas podían agarrarse las pezuñas de los toros y donde al menos dos se quebraron ante los trances de la lidia. Ese primero, el de Román, o el tercero, que correspondió a Daniel Luque.
6.- Luque, salvo un buen recibo al quinto, con toreó a ralentó a la verónica o algunos muletazos aislados, quedó condicionado por su lote.
7.- La corrida del Puerto de San Lorenzo aportó diversidad, la del encaste Atanasio-Lisardo. Corrida de buenos perfiles y presentación. Con el borrón del cuarto, el baile de sobreros, y el lote de Luque, de toros hubo con fondo, clase y bravura expresada en el peto: primero y segundo. El encastado sexto fue más informal y en el peto no fue bravo. Tuvo emoción en sus primeras embestidas y se vino a menos.
8.- Román actuó con descaro, su arte desnudo y su valor insultante en un tarde crucial. Madrid lo aceptó por su sinceridad. Mala suerte en su primero, atacó en quites y en ese sexto en faena a toma y daca. Con 26 años de experiencia tal vez el inicio habría sido más para el toro, pero ayer tocaba cautivar a Las Ventas. Y lo hizo sincero, valiente, desnudo y cabal. Solo la espada, como a Ponce, lo privó de una merecido trofeo.
9.- La lidia de ese sexto transcurrió perfecta. César Fernández en la brega, ni un capotazo de más ni menos. Y un tercio de banderillas para enmarcar en la que Raúl Martí se reivindicó como digno heredero de la torería de plata valenciana con dos pares en los que se dejó ver muy en corto y clavó despacio, con torería. Un tercio que completó El Sirio, Hazem Al-Masri, y que también se desmonteró en Las Ventas.
10.- Más de un centenar de aficionados valencianos ayer se dejaron caer por Las Ventas. A unos cuantos saludamos. Mostraron su compromiso y no quisieron perderse una cita histórica. Hicieron bien; seguro que no lo olvidan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario