ante una nueva novela...

Elegir entre la estanteria. Quizá adjudicado ya. Con o sin discusión interna. El empezar un nuevo libro suele excitar. Primero el título sugerente (o no). Es la primera insinuación. Luego la primera sentada marcará la relación.

Bien, pues en esta ocasión le ha tocado el turno a El Libro Negro del turco Orhan Pamuk. El título es más bien opaco (negro, vamos). Y el autor un desconocido, como autor quiero decir, y que claro, el gancho (o excusa) para llegar a mis manos, no sin antes pasar por la caja de registradora de la fnac, es el premio Nobel de Literatura que le concedieron en 2006. No es que sea un cazapremios, sólo que éste tipo me llamó la atención, y mira, da la casualidad que este fin de semana ha tenido su pequeña porción en la actualidad y ha salido en los papeles. La noticia de su exilio forzado puede que la estuviese esperando de alguna manera, y eso (su situación, su país, su profesión) justificaba mi curiosidad. Allá voy: "Rüya dormía boca abajo..."

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Compartirá mis ratos de lectura, inevitablemente, con lo que manosee de toros. Es el caso ahora de Lo que confiesan los toreros de "Pármeno" y las Crónicas Taurinas de Joaquín Vidal, que las estoy repasando. Puro vicio.