23 enero 2008

garcía-gasco el màrtir

Al cap i casal ahir va ser festa, Sant Vicent Màrtir, que anem diferenciar de l'altre Vicent, Sant Vicent Ferrer. I clar, Agustí Garcia-Gasco, bisbe de València i recentment també purpurat, aprofità per imitar envoltat no precisament d'un escenari que destaqués per la seua probresa al sant màrtir: hui (per ahir), enmig del primer món (per occident).

Ja teniem el precedent del passat 30 de decembre, quan va alertar del perill de la "disolución de la democracia" pel laicisme i tot allò.

El dia, pont i festiu, li garantia l'espai als mitjans (i també als blogs). Ho sap, que quan més grossa millor. Màrtir tant o més que Sant Vicent, es va despatxar a gust. Ahí van alguns dels extractes de la seua homilia que destaca Levante-EMV.

Ser católic no és impossible, és un miracle
- La sociedad actual "produce efectos descompuestos por su oposición radical a Dios y a la cultura cristiana" (...) Ser católico en este contexto requiere una actitud como la del patrón de la ciudad, "aunque nos acusen con toda clase de infamias, bajezas y mentiras".

Patró anarquista
- San Vicente Mártir, sostuvo, es "un signo elocuente" para "rechazar la idolatría del Estado". Calificó al santo de "lección magistral de verdadera libertad", en la que se demuestra que "lo que es sagrado es la libertad, no el emperador".

I ja va tot!
- "Produce espanto -aseveró- la perspectiva de una sociedad construida en el vacío moral donde todo puede ser legitimado: el aborto, la guerra, el terrorismo, la infidelidad, el engaño y la traición". "Por ese camino no se respeta la dignidad de la persona humana, llamada a un fin trascendente y no hay esperanza".

* * *
Del editorial de El País del pasado 21 de enero de 2008

"El abandono de la moral católica ha sido un largo proceso en el que, más que los gobiernos, han pesado factores como el desarrollo económico o la penetración de los modos de vida seculares vigentes ya mucho antes en Europa. También el hecho de que la historia de la Iglesia esté asociada en España con los episodios más oscurantistas del pasado, remoto e inmediato: desde la persecución de judíos, moriscos y conversos hasta el apoyo al franquismo, sin que la jerarquía haya tomado hasta hoy ninguna distancia. Confundir el desinterés social hacia la fe con el anticlericalismo es presentar como víctima a la Iglesia, para no reconocer la responsabilidad de una jerarquía incapaz de reflexionar sobre su mensaje para atraer y conservar nuevos fieles."

No hay comentarios: