03 abril 2008

cómo hacer un circuito en meses y aguantar un colegio con barracones durante 30 años

En los últimos días, una de las noticias que centra la mayor atención de la fauna valenciana es todo aquello que está estrechamente relacionado con el Gran Premio de Europa de Fórmula 1, que se celebrará en el circuito urbano de Valencia el próximo 24 de agosto.

El último acontecimiento ha sido el inicio exitoso de la venta de entradas, las magníficas colas originadas y la posterior aparición de la reventa. Todo grandes noticias que de verdad han merecido de varias páginas en la prensa local y de muchos minutos en televisión, más cuanto más pública era la radio o la televisión.

Pero este modesto blog se para en la noticia que confirmaba el propio conseller de Infraestructuras y Transportes, Mario Flores: "Las obras del circuito urbano ya están ejecutadas en más del 70 %". Recordemos que del inicio de las obras no hace todavía ni un año, que hubo que esperar al desenlace de las elecciones autónomicas del 27 de mayo y que a aquel paripé lo llamamos desde aquí "fórmula urna".

Pues bien, tal vez nuestros gobernantes tengan tomada la medida al voto del grueso social. Por eso se puede decir que el circuito practicamente ya está ejecutado y en tiempo record. No así, por ejemplo, el colegio público Juan XXIII de Catarroja (imagen de Las Provincias), que ha tirado de barracones durante 30 años, sigue esperando un nuevo centro prometido para ya hace un mes, pero que sigue sin inaugurarse.

En Catarroja, situación reconocida por el ayuntamiento a los vecinos, los centros educativos seguirán tirando del barracón prefabricado a partir de septiembre de 2008. Y los proyectos educativos seguirán siendo eso, proyectos que no se concluirán en tiempo record.

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