dos toreros de culto

Uno es Carlos Escolar 'Frascuelo', que probablemente su historia sea como la de cualquier banda maldita en la inmensidad de la historia del rock. Sus discos son difíciles de encontrar y sus conciertos fueron siempre en el mismo club. A Frascuelo son pocos los que lo han visto, su escenario ha sido Las Ventas, pero todo el mundo sabe, todo el mundo que es aficionado, que Frascuelo es sinónimo de torería. Podría decirse que es un concepto si no hubiese ocurrido la realidad de ayer en Las Ventas. Porque ayer en un rato, hasta que un Santa Coloma le abría sendos boquetes en cada muslo, dejaba su impronta aun a nada de marcar los sesenta en punto.
Por Juan Pelegrín.

El otro es José Luis Moreno, que, no sé si para la gran mayoría de aficionados, en mi caso sí forma parte de esa colección de toreros de culto. Probablemente, aquellos que lo tengan en dicha consideración, guardarán en la memoria alguna serie al natural dios sabe dónde de este torero rubio y cordobés al que muchos confunden con el ventrílocuo porque muy pocos tampoco han visto. Ayer, mucho tiempo después, me lo volví a encontrar con otra de Victorino en Córdoba. Triunfó sin dolor, algo extraño en su carrera, y buen toreo. Era, como en el caso de Frascuelo, la primera de la temporada.
Por Fidel Arroyo.