Cada lunes Mariano Rajoy se desayuna una sorpresa. El de ayer se la trajo en forma de artículo escrito por uno de sus cercanos, Gabriel Elorriaga. Todos sabemos que cada mañana ambos, Rajoy y Elorriaga, atraviesan la misma puerta para acceder a sus despachos. Que probablemente se crucen en el ascensor o en la cafetería -imagino que en Génova, 13, habrá cafetería-, puede ser hasta que se llamen por línea interna y seguro hace tiempo se intercambiaron sus números de móvil. Lo que ignoro es si Elorriaga le habría comentado algo del artículo o le habría dicho a Mariano a la cara, por activa o pasiva, la última de las frases del artículo, la única en que le menta y la única que realmente tiene importancia: "Hay proyecto y hay equipos disponibles, lo que ahora se necesita es un liderazgo renovado, sólido e integrador, y eso es algo que, aunque me pese, Mariano Rajoy no está en condiciones de ofrecer".
Si Rajoy no tenía constancia de lo que tramaba Elorriaga, si éste no le había comentado nada a aquel, el artículo, conforme revela su estructura, ha ido por la espalda con toda la intención y eso dicen que es de cobardes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario