morante y yo

He de confesarlo: no soy morantista. Tal vez no lo sea porque pesa más la balanza de las decepciones o porque los raptos que le he presenciado han sido sólo eso, raptos, y pocos los todos argumentados de principio a fin. Y mira que he intentado cambiar está relación entre Morante y yo. Aun así, he de decir que guardo en la memoria su primera salida por la Puerta del Príncipe cuando apunto estuvo de abandonarse del todo y una mirada del toro le hizo rectificar. Es el día que más me llegó Morante, el mejor Morante que he visto, el que me descubrió su valor para torear de verdad, cuando todavía no era ni mucho menos el torero con más seguidores en la red de redes.

Sevilla, abril de 1999

Luego tuve una ocasión única para convertirme el 9 d'Octubre de 2005 en Valencia. No entiendo porque no sucedió cuando ahora veo las imágenes bien montandas. Fue tal vez porque a aquello no le entendí el argumento. Morante recorrió el ruedo de punta a punta en continuo rapto y al libre albedrío de toro execesivamente bonacible. Dos o tres naturales, tres redondos, arabescos inverosímiles aquí y luego más allá. No hubo reunión aquel día, pero fueron muchos los que salieron de la plaza de toros de Valencia convertidos para siempre. Mi caso precisamente no fue. A mi, por ejemplo, me pesa más en la memoria un quite a la verónica de Curro Romero el día de su cuarenta aniversario de alternativa a un toro de Caballero, que aquella obra de Morante mucho más reciente.

Valencia, octubre de 2005

Sí es cierto que ahora veo este simple youtube y me arrebata más que entonces en directo. Ya ves, que las dudas con Morante siempre las he tenido y yo todavía no le he dado esa carta blanca que se le da a los toreros de arte: "oiga usted, si le apetece, toree como los ángeles; si no, a la otra será". En un mar de dudas, hasta su esfuerzo en Sevilla la temporada pasada que me hizo creer, pero más en el torero, con toda la carga que ello implica, que en el artista, que no deja de ser un apellido. Luego vendría la enésima espantá y a mi no quedaba más remedio que volver a encontrar la ocasión para empezar de nuevo. Y digo que hoy, si el tiempo no lo impide, puede ser un buen día como se titula la canción de Los Planetas y a cuya letra le cabría una buena faena de Morante de la Puebla.