
Foto de Juan Pelegrín para las-ventas.com
AÑADIDO.- El tal Sartanero Primero fue, sobre todo, espectacular. La casta, tal vez. También fiero, como su mirada. Derribó dos veces. Y claro, le complicó las cosas a López Chaves, que no vio las cosas claras ni con éste, ni con el remiendo de Navalrosal del remiendo de Valdeolivas. Más boyante, pero pidiendo el carné y el corazón. El charro no apostó. Jiménez apuntaba, pero acababa por diluirse entre embestidas desconcertantes y a menos. Y El Fundi, lección de sobriedad. En el cuarto, que iba para gran toro pero que acabó achicándose en medio del vendaval, dejó un espadazo de libro, desprendido si se quiere.
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