el sombrerero mantuvo el tipo

Ayer hubo novillada en Valencia incrustada en el certamen Camino a Matador de Toros. Manuel Ocaña "El Sombrero" fue el único que se ganó un puesto en la final de octubre. El Javi, pegapasista, despegado y sin recursos, y Diego Lleonart desconfiado y sin quedarse quieto una sola vez, pegaron un petardo. Cierto que los novillos de El Cotillo -del hierro anunciado de Hnos. Collado Ruiz sólo se corrió uno, el quinto bis, que fue devuelto a corrales-, sobre todo los tres primeros, sacaron excesivas dificultades para la terna.

El único que mantuvo el tipo y ajustó su actuación a los cánones taurómacos fue El Sombrero. Bregó con su primero a toma y daca filtreando con la voltera que llegó fea cuando fue prendido por el bajo vientre. A su segundo le corrió la mano en redondo y al natural, pero sin llegar a arrebatar pues el duende y el pellizco por el momento no son su fuerte, sí la voluntad. La espada la manejó mal.

El Javi intentó ganarse a la parroquia de forma efectista, pero sin orden, concierto ni toreo, y también fue cogido feamente cuando alargó una faena sin argumento y la que siempre imperó el novillo a base de gañafones. El quinto tris, muy flojo, también se defendió por arriba y el torero no dio en la tecla.

Lleonart, totalmente desdibujado, echó demasiadas veces el paso atrás. Cierto que el aire molestaba y que el tercero se quedaba corto, pero también que el sexto, que acabó echándose, tuvo bondad.

De tantos avisos que sonaron perdí la cuenta y la novillada se hizo eterna. Rozó las tres horas.

Foto: Francisco José Ferris para burladero.com