El pasado domingo 22 de junio hubo toros en Valencia, una novillada. No pasó nada y yo por motivos laborales me tuve que salir cuando el tercero era devuelto a los corrales, la novillada apuntaba a eterna, el calor caía a plomo y España estaba a punto de dejar fuera a Italia.
Pero tenía pendiente, de aquella tarde, el post dedicado a Guillermo Descals que aquel día 22 de junio decidió cortarse la coleta tras muchos años soñando ser torero y haber sentido lo que debe sentirse cuando te metes dentro de un traje de luces y citas al novillo, lo sientes pasar y esas cosas.
No habrán sido más de cuatro o cinco novilladas. Casi todas --y cuando digo todas digo ¿tres?-- en Xàtiva, al lado de su pueblo que es Genovés, y las dos últimas en Valencia: el pasado octubre cuando sintió el olé y el pasado 22 de junio cuando afrontó la realidad como torero y como hombre y decidió dejar de soñar pidiéndole a El Soro que hiciese el favor de cortarle la coleta.
Desde aquí un abrazo a Guillermo Descals al que estoy seguro que veré por la plaza el próximo domingo disfrutando de la novillada.
De más cerca todavía se lo ha escrito Carlos Bueno en Avancetaurino.com: "Se acabó la aventura. Lamentablemente se impuso la razón. Se sentía torero, lo era y lo seguirá siendo por siempre, con coleta o sin ella, y yo sacaré pecho de contar entre mis amigos con el valiente que un día tomó la determinación más dura de su vida: Guillermo Descals".
1 comentario:
A mi, lo reconozco, me desesperó aquella tarde en su primero... pero hay que entender la falta de práctica...
Me parece que es toreo son momentos y cuando Descals decidió cortarse la coleta estaba protagonozando un gesto torero de verdad.
¡Animo torero!
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