16 diciembre 2008
cesar rincón y dulcero
Valencia, 20 de julio de 2005. César Rincón y el toro 'Dulcero' de El Pilar.
"Pasaron varios minutos para que César volviese en sí. Cuando lo hizo, transfigurado y más torero que nunca, sin poder ni andar, lo citó con la diestra al tal “Dulcero” desde veinte metros en el mismo centro del platillo, el toro se arrancó, y le propinó el toreo más obligado, más poderoso, más bello, más necesario y más auténtico que en mucho tiempo se haya visto. La mano abajo, soterrada, la suerte cargada y largo el dibujo, el riesgo auténtico y el arte verdadero. Enorme: la épica era arte. Lo volvió a repetir. Vaciaba las series con de pechos obligados por cojones. Y mató, no había más remedio, a la antigua, recibiendo por que era incapaz de dar un paso y el toro tenía, aunque mansón, casta de sobra para tragarse el estoque. César Rincón tocaba el cielo y emocionaba a propios y extraños, y de paso hacía historia. Dos orejas."
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