31 marzo 2009

greenspace: su adiós y algunos recuerdos

Vía :: Vinilo Valencia | Cerró el Greenspace en su emplazamiento de las viejas naves portuarias de la calle Juan Verdeguer, propiedad del Ayuntamiento de Valencia, tras prácticamente cuatro años ejerciendo como continente para la cultura y la música en directo.

En este tiempo muchos han sido los buenos momentos de los que ha disfrutado la ciudad de Valencia, además de algún que otro traspié con tintes de censura política. Y ahora, la vuelta al desierto. Tras el concierto que consiguió llenar la sala reuniendo a unos Vetusta Morla en la cresta de la ola, The Pinker Tones, Siwel, que también fue el primero en actuar en este espacio cuando se inauguró el 24 de octubre de 2005, y Chema Rey en funciones de dj, Valencia se queda ahora sin el único recinto que hasta el momento era capaz de albergar más de 500 almas (y hasta más de 2.000). La escena queda ahora relegada a las asequibles salas de pequeño aforo y no encuentra punto intermedio entre, pogamos por caso, The Mirror y la plaza de toros.

(...) Y, pese a las muchas veces deficiencias sonoras, un buen puñado de veladas para recordar: Enrique Morente con Lagartija Nick interpretando el genial Omega (tal vez el mejor concierto en Greenspace) en el que fue el IV Festival Greenspace en el que también entró Polock; las varias actuaciones de Lori Meyers (aquí la última); o aquella de Morente también junto a Sonic Youth; la genial y arrebatadora doble cita con Andrés Calamaro; el cercano acústico de Jeff Twedy; los días de la música (todos los 21 de junio), como el último en el que Nacho Vegas compartió su Michi Panero con Manolo Tarancón y La Habitación Roja se atrevió y triunfó con el Unknown Pleasures de los Joy Division; los bolos de auténticos hypes de allá y de acá como Bloc Party y La Casa Azul; aquella noche imborrable con Paul Weller y Richard Hawley; uno de los últimos conciertos de Manta Ray, aquel día con Micah P. Hinson; aquella noche en la que The Undertones tocaron con Megaphone ou la mort de teloneros y en la que nos llevamos alguna que otra preocupación para casa; o el día en el que Riders on the storm nos mostró a The Doors pero sin alma.

(Más en vinilovalencia.com)

PS: También Carlos Pérez de Zirirza ha publicado hoy en las páginas de El País un reportaje sobre el adiós del Greenspace: Depedida y cierre.

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