01 abril 2009

san isidro cruel y barato


Todavía no se han hecho oficiales --lo serán el próximo viernes--, pero los carteles de San Isidro y el Aniversario ya dejan un importante reguero de crueldad en el planeta taurino. Con Taurodelta en medio como gran responsable de la confección del ciclo más importante de la temporada, y pese a ello muy barato, resulta que se ha convertido en la diana de: José Tomás, vía Salvadro Boix; de Ponce diplomaticamente hablando; y de Simón Casas, que por sus palabras ha visto rotas las relaciones de apoderamiento con Alejandro Esplá. Y es que del apoderado del padre de uno no se puede decir según qué cosas.

Pero sobre todo lo peor de este San Isidro es que no están ninguna de las dos máximas figuras. Si lo que dicen que pide José Tomás, 70 millones de las viejas pesetas, es cierto, hay que decir que sí, que es una barbaridad; pero no menos razón tiene Salvador Boix, al decir la suya: que lo que no se pague a José Tomás va a la saca.

Y lo que sorprende es lo de Ponce, al que la empresa, dice, que vio con no demasiadas ganas de ir a Madrid esta temporada tras un par de reuniones; y ahora viene el propio Enrique Ponce, que en 20 años no ha faltado un solo San Isidro, y dice que se ha enterado de que no está en Madrid por la prensa, que es como les pasa a los políticos con la crisis.

Para entender si puede contratarse o no a José Tomás y Enrique Ponce, habría que saber cuál es el verdadero precio de los carteles, según los pronósticos de Mundotoro y Burladero, de los días: 7, 8, 9, 10, 12, 24, 26, 27 y 28 de mayo, y sin echar cuentas a los días de rejones o novilladas, sólo a las corridas de toros. ¿Cuánto valen esas nueve tardes? ¿Qué se gana? ¿Queda para Ponce y José Tomás? ¿Sí? ¿No? Sí...

Taurodelta debería hacérselo mirar. Estos carteles, que a la postre serán tan rentables como todos los años o más pese a la crisis económica, ya los dejan mal parados. No debe ser bueno pelearse con los dos capos del escalafón. Y mientras, todo apunta a que van a perder la plaza de Albacete, que pasará a manos de... Serolo.

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