El gremio bancario, que de un tiempo a esta parte se ha dedicado a negar el crédito después de estirarlo en un pídanos lo imposible hasta hacer explotar la burbuja inmobiliaria y que ahora no deja llorar en las barbas del mismísimo gobierno pidiendo auxilio, concretamente el Santander y Caja Madrid no han dudado en proporcionar 152 millones de euros al Real Madrid para fichar a algunos de los mejor jugadores del mundo.
Increíble resulta ver a la ministra de Economía, Elena Salgado, desayunarse "sorprendida", pero "no escandalizada", con la noticia cuando debe estar cansada de escuchar a los propios bancos exigirle un "plan de rescate", como si estuvieran en la últimas y la verdad es que no han dejado de ganar en el primer trimestre del año, aunque un 21% menos que hace un año. Lo menos que puede decirles la ministra es: "si tiene liquidez, que también conceda créditos a las pequeñas y medianas empresas y a particulares".
Pero a los bancos que no debe irles tan mal gracias a sus políticas basadas en la injusticia --no son Robin Hood precisamente-- según se acaba de comprobar. Claro, no es lo mismo llamarse Florentino Pérez que ser una 'pyme' cualquiera de esas, y cada vez son más, que no encuentran quien les preste un pico.
No sé si esto es demagogia, pero haciendo números, ¿cuántas empresas, pongamos pequeñas, podrían respirar con un pico de esos 150 millones de euros? Pues a 60.000 euros por empresa, que ya es algo con lo que muchas se darían con un canto en los dientes, un total de 2.500 empresas.
Estos bancos no sé en qué se fijarán, dónde estará su línea a partir de la cual discriminan a unos en favor de otros. El Real Madrid, precisamente, no es que sea el mejor ejemplo de empresa saneada y fiable. Su deuda ya supera con creces los 500 millones de euros. Y el propio fútbol no es que sea el negocio del siglo, basta con comprobar que los clubes de Primera División están acostumbrados a jugar en el alambre de la quiebra. Por eso, escuchar a los capos de la banca hablar de "prudencia" a la hora de prestar causa tremendos sarpullidos cuando se comprueba lo flexible que es su prudencia: "un banco responsable no puede conceder créditos más allá de lo que la prudencia exige", ya que, en caso contrario, haría "un flaco favor" a sus clientes y comprometería su solvencia y el futuro de sus accionistas. "Sería inútil y contraproducente forzar la máquina del crédito".
Porque Florentino sólo hay uno y 'pymes' hay miles, los bancos son así porque tal vez saben que lo que las Administraciones no harán con las pequeñas y medianas empresas, sí lo harán con los equipos de fútbol: acudir a su rescate vía recalificaciones o lo que sea. Hay tantas triquiñuelas, que ahí está lo que consiguió el propio Florentino en su anterior etapa como presidente o ahí están las intenciones de Llorente para arreglar la situación del Valencia en la que nadie está libre de culpa, Camps incluido.
Y todo para acabar como casi siempre acaban las cosas: pagando el pato entre todos. Llámese el pato Cristiano, Kaká o Mestalla.
Viñeta de Ferreres en el periódico Público de hoy, incluido el gazapo del fichage.
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