28 octubre 2009
cuatro empresas van a por la plaza de toros de valencia
El concurso para la gestión de la plaza de toros de Valencia para las temporadas 2010, 2011, 2012 y 2013, con opción a dos prórrogas de un año cada una, ya tiene a sus candidatos, a excepción de que el correo postal traiga alguna sorpresa, listos, con sus ofertas presentadas y en sus marcas, preparados para escuchar el veredicto que otorgue la baremación que realizará la Mesa de Contratación de la Diputación de Valencia.
Cuatro empresas son --Taurodelta, UTE Simón Casas Productions (con el propio Casas, TauroCastellón, con Enrique Patón, y Santiago López), Tauro Siglo XXI (con Pedro Trapote, Vicente Boluda y Tomás Entero) y Servicios Taurinos Serolo-- las que se han atrevido a presentarse al intervencionista pliego elaborado por la Diputación de Valencia. Ni a la de Sevilla ni a los Lozano ni a los Chopera ni tampoco al buen amigo de Alfonso Rus, González de Caldas, ni están ni se les espera.
Para conocer las ofertas habrá que esperar una semana. Será el próximo jueves 5 de noviembre cuando se abrirán los sobres de las ofertas y se comproborá si la documentación es la correcta. A partir de entonces comenzará su valoración y la decisión de la Diputación de Valencia se conocerá a finales del mes de noviembre.
Las dos grandes favoritas entran en el juego. Las empresas Taurodelta y Simon Casas Productions son las que, a priori, cuentan con más posibilidades, según la vieja rumorología y la oposición, porque se ajustan --dice la citada rumorología y el PSPV-- mejor a lo que parece un pliego al punto para ellas.
Lo que no admite discusión es que el pliego ha defraudado y lo que resulte se verá en los próximos cursos taurinos en la plaza de toros de Valencia, o en el peor de los casos se sufrirá. Es la primera adjudicación a la que se enfrenta el actual diputado de Asuntos Taurinos, Isidro Prieto. Cuando llegó al cargo, tras las elecciones de 2007, fue capaz de transmitir buenas vibraciones. Entonces --octubre de 2007-- dijo estar trabajando para cuando llegase el momento de elaborar un nuevo pliego. Pero, ya estamos en el momento y el pliego es el que es y lo que ofrece es inseguridad. Por puntos.
Primero, el pliego, al desligarse el tema taurino del extrataurino, insulta a las empresas taurinas. ¿O es que la Diputación quiere hacer más negocio con la plaza de toros de Valencia y no ve capaces a las empresas de este sector para desarrolar otros ámbitos de negocio? Al parecer, según publica hoy Levante-EMV, van por ahí los tiros. Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia, muy dado a patrocinar grandes eventos con dinero público, visto el volumen de negocio que dio la plaza de toros de Valencia en manos de Serolo, parece que será quien controle los actos no taurinos que se celebren en la plaza, si no sorprende con la elaboración de un nuevo pliego. O tal vez haya decidido repartir entre las empresas afines pingües beneficios con la celebración de diferentes eventos, aunque todo eso suene muy gürteliano. El error que fue subastar la plaza, concedérsela a Serolo e ingresar un millón de euros al año al parecer no fue tal, sino un buena idea para los políticos de turno del Partido Popular, que de esta forma se desprende del marrón de los toros y le dejan a otros sus migajas. Y luego el Partido Popular dice que va de taurino por la vida.
Segundo, la nueva empresa que acceda a la gestión del coso de la calle Xàtiva decir que estará al frente de la plaza de toros durante los años 2010, 2011, 2012 y 2013 es una media verdad. De esos años la empresa gestora sólo dispondrá de la plaza para hacer negocio 60 días durante 2010, y ya veremos el resto porque se negociará año tras año. Así que de cuatro años con posibilidad de dos prórrogas anuales, nada de nada. Mejor es decir que 60 días por año.
Tercero, el aforo de la plaza, el precio de las entradas y, por tanto, el volumen de negocio se desconoce. La plaza de toros de Valencia va sufrir obras, probablemente el aforo se reducirá entre 1.200 y 1.500 localidades, y por tanto los precios y localidades contempladas en el pligo de prescripciones técnicas (1 y 2) tengan que rehacerse sobre la marcha y eso repercuta en el precio del resto de las entradas y como siempre, a pagarlo el bendito aficionado a los toros.
Cuarto, abonados y aficionados poco han podido opinar en la elaboración del pliego de condiciones. Y los jubilados y menores de 21 años con las obras verán incluso reducida la cantidad de abonos disponibles en las nayas de sol por la obras.
Quinto, el pliego da pie a la subjetividad. Mientras se cierra un canon económico de 360.000 euros (quien ofrezca dicha cantidad o más se llavará 30 puntos, que es la máxima puntuación en este apartado) hay otro máximo de 22 puntos que hacen referencia a la promoción y difusión de la fiesta, de los que 10 dependerán de los contratos o no con televisión. Qué promoción y difusión se considera mejor, he aquí la subjetividad.
Sexto, la iniciativa empresarial por ampliar la temporada con más festejos, y por lo tanto hacer más negocio, se valora sólo con 4 puntos. Es la prueba de la escasa cintura de este pliego.
Séptimo, pese a todo la opinión de la Diputación de Valencia se reserva la última decisión sobre los carteles que presente la empresa, que deberá presentarlos con 50 días de antelación a su inicio. En este caso, por ejemplo, la Feria de Julio ya tendrá que estar confeccionada cuando la Feria de San Isidro y la del Aniversario no hayan concluido. El pliego más intervencionista no puede ser.
Y octavo, un par de preguntas ¿este pliego favorece, ayuda, potencia el futuro de la plaza de toros de Valencia y la fiesta de los toros? O en cambio, ¿obligará a los nuevos empresarios a asegurar ganancias y reducir gastos en la medida de lo posible? Recordemos que la plaza de toros de Valencia en las últimas temporadas ha logrado aumentar abonados, consolidar una media de siete u ocho llenos por Fallas, tres llenos aparentes en la última Feria de Sant Jaume y una temporada asentada en marzo y julio, pero con ciclos en mayo, junio y octubre. Esa será la verdadera prueba del algodón, la que dará el veredicto sobre el anterior pliego, aquella auténtica subasta que ganó Servicios Taurinos Serolo y que le permitió hacer negocio con los toros y en otros ámbitos, abonar el canon de un millón de euros y, lo más importante, potenciar en todo los aspectos la plaza de toros de Valencia.
¿Qué pasará a partir de 2010? Esa es la preocupación que se cierne ahora sobre el coso de la calle Xàtiva.
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