11 octubre 2009

un becerrista vestido de becerrista



El becerrista Roberto Blanco se presentó en Valencia vestido como debe ir vestido uno en su situación. Mientras son muchos los novilleros sin caballos que no escatiman en oro, seda y avíos, el salmantino Roberto Blanco se presentó en Valencia vestido de burdeos descolorido y oro viejo, como oxidado, y usando los trastos con el cuño en el envés de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.

Porque además de serlo hay que parecerlo. Blanco parecía lo que era. Uno que empieza con toda la ilusión, que tiene mucho por ganar y que de momento no tiene nada --sólo la intención de quedarse quieto y el buen concepto de hacer el toreo ligado y por abajo-- y lo quiere todo. El camino por el que va, según ha demostrado en Valencia, parece bueno. De cegar al personal con el relucir del oro tiempo habrá.

1 comentario:

Una mujer dijo...

Desde luego esto si que es para mi toda una SORPRESA con mayúsculas.
¿Como es posible tener un periodista especializado en critica taurina y no saberlo? en fin, esta visto que mi interés por la navegación me descubre cada día gratas nuevas.
Ha sido un placer encontrarme con tu blog y leer tus post tan pasionales como descriptivos.
Mis felicitaciones,soy la prima de tu padre, Concha.
Por cierto mi blog http://histoiredufemme.blogspot.com
Un abrazo.