El Festival Greenspace cerró su quinta edición con la final del concurso Heineken Greenspace entre Fuel Fandango, Limboteque y The Birkins, que fue la banda que se proclamó como vencedora, y las actuaciones de Atlas Sound y The Pains of Being Pure at Heart, que ni a Nando ni a mi no emocionaron.
Haciendo el odioso ejercicio de la comparación, la primera noche fue mucho mejor porque se vieron y disfrutaron tres conciertos de alto nivel de la mano de The Duke & The King, Micah P. Hinson (& Tachenko, sí los de Zaragoza) y Black Joe Lewis & The Honeybears.
Atlas Sound, el proyecto en solitario de Bradford Cox, líder de Deerhunter, dejó con la miel en los labios y la excelsa corrección no pasó a mayores. Un yo me lo guiso, yo me lo como con el artista fabricándose con su guitarra acústica todos los sonidos pernitentes a base de loops. Bien, sin más.
La descarga se esperaba con The Pains of Being Pure at Heart, y al final lo que consiguieron fue una palpable división de opiniones a la salida del concierto. Banda shoegazer hasta la médula --aquel sonido que vino a triunfar a finales de los 80 y principios de los 90-- que no llegó a impactar lo deseado, tal vez porque la expectativas andaban por las nubes. O porque su trabajo, de título homónimo, ha recibido merecido parabienes que no se llegaron a sentir en el cara a cara.
The Pains of Being Pure at Heart
Atlas Sound
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