22 abril 2010
feria de abril 2010/ el cid se sincera
De bueno la tarde sólo tuvo la sinceridad de El Cid. Por fin. Fue el día en que asumió su situación, brindó a su padre, a quien le había gustado el toro quinto, un buen toro a la postre --el mejor de lejos en toda la tarde-- con el hierro de la Ventana del Puerto y que atendía por 'Garlitero', hizo el esfuerzo sin llegar a la altura marcada por el toro, se sinceró, Sevilla le acompañó y hasta le empujó con todo el cariño, mató con el corazón, se le pidió la oreja, se emocionó y dio la vuelta al ruedo. Cualquier aficionado se debe alegrar por ello. El Cid se aproximó a sí mismo, aunque todavía le queda un mundo.
Lo demás fue una mansada del Puerto de San Lorenzo en la que era la única comparecencia de Enrique Ponce, que no mató ninguno de los toros que le correspondieron en el sorteo. Pechó con dos sobreros destartalados; inválido el primero, descastado el segundo. Y pasó un quinario para meterle la espada al cuarto (de Toros de La Plata).
Talavante hizo cuanto pudo hasta que se le rajó el tercero y con el último abrevió.
Un voz rompió el silencio maestrante cuando ya la tarde era inaguantable para decir: ¿Dónde han comprado los toros? ¿En los chinos? Fue el resumen.
Foto :: Arjona para plazadetorosdelamaestranza.com
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