Para este festejo, en el que se anuncian toros de Juan Pedro Domecq, que ya han sido aprobados en el reconocimiento veterinario, para Jesulín de Ubrique, El Cordobés y El Fandi se han acreditado periodistas estadounidenses, ingleses, alemanes, italianos, franceses y hasta islandeses, además de medios nacionales y medios catalanes que no suelen cubrir informativamente la temporada taurina de Barcelona, como es el caso de la televisión la autonómica TV3.
Las agencias de prensa más importantes del mundo también van a enviar corresponsables a la Monumental, como Associated Press, Reuters, France Press, Efe, Europa Press...
Como ir a los toros en Catalunya mientras nadie diga lo contrario es un acto totalmente legal y libre, ante todo normalidad. Pero, ¿se habrán dado cuenta los protagonistas de la tarde del próximo domingo la responsabilidad que tienen encima? ¿Se habrán dado cuenta de que lo que deben ofrecer es un espectáculo que sea todo menos decadente? ¿Se habrán dado cuenta de que van a estar millones de ojos observándoles? Quiero pensar que sí.
Lo peor de todo es que Juan Pedro Domecq, los toros que cría, Jesulín de Ubrique, El Cordobés y El Fandi no son la mejor garantía para que la tarde que se va a dar sea el mejor ejemplo. Ya imagino las caras de miles de aficionados cayéndose de propia vergüenza.
Ahora más que nunca, Barcelona, Catalunya, la Fiesta de los Toros, necesitan, sobre todo, responsabilidad. Por favor.
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