Foto :: Cabrera para Burladero.com
Arturo Macías por primera vez desde que aterrizó en España salió de la plaza por su propio pie. Primero fue herido en València, luego en Sevilla y su tercera tarde era en Las Ventas para confirmar la alternativa.
Con tanto palo recibido, el tío no cambia. Se queda quieto y se los pasa muy cerca dándole igual la condición del toro. Eso es valor, valor en exceso, además de una clara demostración de que no ha venido de excursión. Y así, a base de redaños, ha conseguido llamar la atención en Madrid. No ha triunfado, pero se ha hecho de respetar y se ha llevado un par de volteretas de las que ha salido solamente magullado.
Sin duda, lo mejor de una tarde en la que se volvió a bailar el chotis en los corrales venteños para que al final quedase un corrida impresentable con cuatro de Martelilla, uno remiendo de Navalrosal y un sobrero de Domínguez Camacho. Descastada y de muy escaso interés en su lidia.
Completaron cartel Miguel Abellán, que estuvo correcto, y César Jiménez, que pechó con un inválido y otro que tampoco estaba para muchos trotes. San Isidro, a la espera de que con el patrón lleguen las figuras, marcha según lo previsto o peor: la presencia del toro anda a la baja.
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