Pedazo corrida de toros la de Fuente Ymbro, por tamaño descomunal y por casta. No se agarró, no dijo que no. Al contrario, embistió con emoción, sin bobaliconerías. Muy puestos en lo que tenían por delante y sin dar facilidades. Eso sí, alguno fue agradecido en exceso.
Antonio Ferrera, gusto, garra y oficio, cortó una meritoria oreja del cuarto, al que poco le faltó en la báscula para alcanzar los 700 kilos. Buen toro y muy templado se mostró Ferrera, sobre todo en redondo. Con su primero, grande también y con dos puntas por delante, su actuación dejó el sabor de los toreros con un poso especial y no desentonó, pero esta vez falló a espadas.
Rubén Pinar cortó una oreja del lote más propicio. Esto sabe a poco porque el fallo a espadas con su primero, el tercero de la tarde, evitó cualquier posibilidad de triunfo. La efectividad con el acero en el sexto, en cambio, sí le permitió sumar en el marcador. Cuestión numérica entonces. Pinar pases pegó cientos, así, descargando la suerte, en línea recta, si mando, tapando únicamente la embestida. Por aquí, por allá, por detrás. Pinar anda despierto y se le ve resuelto. Otra cosa, tal vez la más importante, es que el toreo conforme mandan los cánones no lo interprete en exceso.
Y al pobre de Oliva Soto en Pamplona le hicieron un favor escuchando --por fin alguien-- su triunfo de Sevill,a y por las prisas y la falta de experiencia, la tarde le vino pelín grande. A torero de arte no le sientan bien las prisas con el segundo de la tarde. En cambio, con el encastado y correoso quinto, no a Oliva Soto, sino a unos cuantos que van de figuras por las ferias me gustaría verlos. El sevillano matuvo la dignidad y quiso en todo momento. Pero claro, cómo no iba a querer si era su tercera tarde en la temporada.
Foto :: Toros y sanfermines
Hoy el encierro lo han corrido los toros de Dolores Aguirre y esta tarde serán lidiados por Iván Fandiño, David Mora y Joselillo.
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