Ayer domingo, primero de agosto para más inri, los medios pusieron sus focos en la esquina de la calle Marina con la gran vía de Les Corts, en Barcelona. Allí se encuentra La Monumental, que abría sus puertas por primera vez después de la abolición aprobada por el Parlament de Catalunya el pasado 28 de julio. En cartel, Juan José Padilla, Curro Díaz y Miguel Tendero con toros de Valdefresno.
En búsqueda de la noticia , resultó que no más de un centenar de antitaurinos y protaurinos se enfrentaron en medio de un amplio dispositivo policial y mediático. Por eso ayer abrieron los informativos a discreción y hoy la prensa lleva estampas de La Monumental a la portada.
El primer domingo antes de la definitiva abolición fue en La Monumental un domingo más de los último tiempos. Un domingo de agosto ante un cartel con muy escaso interés en una tierra en la que las trabas a la fiesta de los toros son incontables en los últimos 30 años hasta la definitiva prohibición y en la que mantener la afición es cosa más que meritoria. En total, poco más de 4.000 personas en los tendidos.
Y ocurrió el milagro y se indultó al tercero de nombre 'Rayito' porque presentó los mínimos exigibles a un toro bravo, aunque la cosa parece que no fue como para tirar cohetes. Así lo cuenta Antonio Lorca:
Pura casualidad, la afición aprovechó los mínimos y le dio el máximo premio al tal 'Rayito'. Pero el hecho no ha servido para maquillar nada. La realidad es la que es y a nadie parece importarle este indulto. Hubo noticia por lo pelos: mínimo enfrentamiento y cruce de palabras, poco público o el grito de libertad en los tendidos, según se mire.
Rayito, número 93, de 535 kilos de peso, de pelo negro, perteneciente a la ganadería de Valdefresno, fue un toro de gran nobleza, fijeza y recorrido por el lado derecho, y acudió con codicia al capote y obediencia ciega a la muleta de Tendero. Rayito bajó su diapasón por la izquierda y, sobre todo, -lo más grave y trascendental-, es que no fue picado. Mejor dicho, acudió dos veces y no le hicieron sangre ni para un análisis clínico. En suma, un toro de buenas condiciones que no debió superar el examen final porque suspendió la materia más importante. Pero, bueno, después de tantos disgustos, bien está que esta afición, tan minoritaria como ejemplar en su encendida y solitaria defensa de las corridas contra viento y marea, tenga una alegría en el corazón. No obstante, estos aficionados saben en lo más hondo de su alma que una plaza de primera categoría como es Barcelona debe exigir unos parámetros más serios.
Pura casualidad, la afición aprovechó los mínimos y le dio el máximo premio al tal 'Rayito'. Pero el hecho no ha servido para maquillar nada. La realidad es la que es y a nadie parece importarle este indulto. Hubo noticia por lo pelos: mínimo enfrentamiento y cruce de palabras, poco público o el grito de libertad en los tendidos, según se mire.
Es una prueba más de lo politizada que ha estado la abolición en un proceso cocinado en el propio Parlament.
Para el próximo domingo en La Monumental se anuncian toros de El Sierro para Uceda Leal, Antonio Barrera e Iván Fandiño.
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